Testimonios

¡En Petrarca se siembra cultura!

 

Vengo a Madrid desde Uruguay, viajo más de 10.000 km y me quedo tres meses para disfrutar de encuentros donde te transmiten aquello que sólo saben transmitir grandes maestros:

 

¡Qué tus ganas de seguir aprendiendo sean cada vez mayores!

 

Siento que luego de cada clase y de cada viaje con Petrarca, mi espíritu se nutre de ideas y pensamientos de una riqueza que sólo el Saber puede darte.

 

Maria Laura Tramezzani. Alumna

Dentro de poco serán dos cursos los que he estado trabajando en el Instituto Petrarca.

 

Siempre he pensado que independientemente de a lo que me dedicara, me gustaría trabajar en algo que tenga un impacto positivo en la vida de la gente. Estando aquí un día tras otro me doy cuenta de que esa es una de las labores más importantes de nuestro instituto. Veo que los alumnos se entusiasman y disfrutan con las clases que con tanta dedicación preparan e imparten los profesores.

 

Pero más allá del aprendizaje en conocimientos, creo que todos los que formamos parte del Instituto, tenemos un espacio en el que aprender y conectar como personas.

 

Cada vez está más a la orden del día que todo se vuelva más rápido, más cómodo, más impersonal, pero a mí me gusta ser parte de un centro donde los alumnos vienen a aprender, poco a poco, y se conocen, a la vez que les conocemos a ellos y pasamos a formar parte de su rutina semanal.

 

Así que, con poco tiempo para cerrar otro curso más, me alegra haber contribuido a que cada vez más personas puedan formar parte de «la experiencia Petrarca».

 

Paula Serratosa

Secretaría y Administración del Instituto Petrarca

Hace casi cinco años que empecé a vivir esta estupenda experiencia laboral y personal, teniendo como testigo (al otro lado del cristal) a Don Francisco de Quevedo y Villegas.

 

Paso gran parte del día en este espacio luminoso, donde los olores dulzones de incienso y velas se mezclan al compás de la música y el trasiego de alumnos entusiasmados que asisten metódicamente a clase para que nuestros dedicados profesores les muestren vastos conocimientos que van más allá de lo que los alumnos aprendieron en su época estudiantil.
Estoy en el Instituto de Humanidades Francesco Petrarca.

 

Como consecuencia de todo esto, me resulta emocionante contarles a mis familiares y amigos a que me dedico, hablarles del lugar donde trabajo junto a un gran equipo capitaneado por una proactiva directora y profesores que siempre me enseñan cosas nuevas. No me olvido de decirles que hablo y trato con afables alumnos con los que conecto de inmediato.

 

Todo este mundo Petrarca del que formo parte me hace que piense y sienta las palabras de Pablo Neruda: “Es en ti la ilusión de cada día”

 

Susana Espinosa Canela

Secretaría y Administración del Instituto Petrarca

 

En la época de estudiante uno no es del todo consciente del valor de las materias que se aprenden (o no) para los exámenes. Se trata de aprobar, y punto. Con los magníficos cursos de Petrarca, tenemos la oportunidad de volver a mirar todas esas materias con el prisma de la madurez, de la experiencia y, sobre todo del interés. Es una gozada salir nuevamente al encuentro de la Historia, la Filosofía, la Música…, esta vez con sosiego, sin presión, sencillamente escuchando a los extraordinarios profesores de Petrarca, por el puro placer de cultivarse.

 

Como una vez le oí decir a la fundadora y directora de Petrarca: “Cuando entréis en Petrarca, colgad el abrigo, el trabajo, la familia y las preocupaciones en el perchero. Es vuestro momento…».

 

Elena Pereira. Alumna

Hace 3 años mi amiga Rocío me llevó a Petrarca y, con no mucha convicción, me apunté a uno de sus cursos, creo que se llamaba «Historia Universal II». Mi limitado tiempo disponible siempre ha provocado el aborto de estas aventuras. Soy de «ciencias», ingeniero, y esto era toda una aventura.

 

No solo disfruté como un niño de aquel curso, es que me he convertido en adicto a Petrarca. Mis siguientes cursos fueron sobre las grandes civilizaciones, las de occidente primero, las de oriente después.

 

Pasamos por la historia de los hebreos, esto me gusta, hubo otro de la Biblia, hubo otro de los cruzados, otros más sobre el islam y, para morirte, una visión completa sobre los judíos, israel y el conflicto árabe-palestino, esto no acaba, por Dios ¿Cuándo va a parar esto?…

 

¿Morirme?, no. No sin visitar antes todos esos lugares con una organización inigualable, ¡Qué viajes! ¡Qué amistades! Viajes de Petrarca, ¡Mecachis, otro hobby!…

 

José Prieto. Alumno

En octubre de 2019, tomé una decisión acertada, matricularme en el Instituto Petrarca. La profesionalidad, excelente organización y la búsqueda de nuevos conceptos, lo confirman.

Los viajes resultan tan interesantes y apetecibles que, para el que no los conozca, le será difícil entender que las plazas se agoten en pocas horas. Bruno y Cristina se encargan hasta del último detalle .

Los compañeros y ya, amigos, no pueden ser más maravillosos y solidarios.

Susana y Paula, se encargan de engranar todo.

Estar en Petrarca es un “win-win”

 

Nieves Rodríguez. Alumna

Mi experiencia en Petrarca está muy unida a los cursos de historia y a los viajes. Ambos temas relacionados.
Bruno Pujol es un gran story-teller. Sabe entresacar lo importante de un bosque de datos y fechas. Lo cuenta con garra y gracia, mantiene la atención de la clase como nadie. La transversalidad de su relato es otro plus. Relacionar lo que pasaba en ese momento en otra parte ayuda a fijar referencias. Viajar con él es un placer y la riqueza de conocimiento aplicado sobre el terreno lo convierte en toda una experiencia. Su dominio del campo de la música o el cine es otro gran plus.

Cristina es una excelente Directora y clave en la fantástica imagen y progresión de Petrarca en estos años.

Recomiendo a cualquiera que comparta lo mucho que nos aporta Petrarca.

 

Javier Salaverri. Alumno

Me apunté a Petrarca por las opiniones positivas, que recibí de familiares que habían cursado cursos de distinta índole.
En mi caso, de las muchas y distintas opciones disponibles, me incliné por las sesiones de historia conducidas por el profesor Bruno Pujol.

La experiencia no ha podido ser más positiva. En gran parte por la forma amena y didáctica con la que el profesor Pujol comparte sus vastos conocimientos. Y la importancia que presta al contexto histórico en el que se suceden los principales hitos, clave para una mejor comprensión de los mismos.
La visita los martes a Petrarca se ha convertido en un fijo en mi agenda y en una fuente de conocimiento y entretenimiento que recomiendo a todos aquellos que tengan tiempo e interés en seguir aprendiendo.
Tengo pendiente apuntarme a algunos de los interesantes viajes que organiza con gran éxito el propio instituto.

 

Jaime Salaverri. Alumno

La puerta del Instituto Petrarca se me abrió con la» Introducción a la Oratoria» hace casi 10 años . Desde entonces no he dejado de asistir a varios cursos de historia con Bruno Pujol, filosofía con Ignacio Verdú y neurociencia con Nazareth Castellanos. Asistía también a las conferencias que se impartían en el mismo centro animando de paso a mi marido a que se apuntara también al «cole» .

Empezamos a viajar con los nuevos amigos hechos en Petrarca . Un grupo que sigue hasta hoy con humor y buen talante vibrando juntos. Las escapadas que hicimos a Trieste, a Palermo, Chipre , Dunkerque ,y más sitios siempre estaban muy bien organizadas por Bruno Pujol y Cristina Alonso, el alma del Instituto. Las conferencias de Bruno en el autobús, las canciones y las risas durante el traslado de un monumento a otro nos hacían pasar unos días estupendos.. Se vuelve renovado y estimulado con el grupo Petrarca.

 

Bettina Kadner. Alumna

No recuerdo cómo llegué a Petrarca, pero el caso es que disfruto mucho de los cursos y viajes, muy interesantes, amenos, variados y con muy buen rollo.

Magníficos profesores

Lo único malo es no tener tiempo para apuntarme a más.

 

Adela Bermúdez. Alumna

Dicen que lo bueno suele ser breve, y estoy de acuerdo. Bastan unas palabras para decir, que es estupendo encontrarse con profesores que transmiten con tanto entusiasmo lo que para ellos es pasión. Bruno es uno de ellos. Aprendo y agradezco cada clase.
Los viajes una pasada! Gente afín y disfrutona…
Gracias Cristina. Gracias Bruno.

 

Marta Gómez de la Serna. Alumna

Petrarca me permite aprender y profundizar en los temas que siempre me han interesado y a los que ahora puedo dedicar más tiempo.
Su variedad de propuestas y la capacidad comunicativa de sus profesores es una garantía para seguir avanzando en el enriquecimiento personal y una oportunidad de no ser atrapado por el hábito obsoleto del día a día.

 

María del Mar Manca. Alumna

Conocí Petrarca hace ya unos años y no puedo estar más que agradecida. La oferta de cursos y viajes es espectacular y los profesores inmejorables. Pero lo que hace de Petrarca uno de mis lugares de reunión preferidos es que todos formamos una gran familia donde reinan el respeto y la educación, algo que valoro enormemente.

 

Camino Echeverría. Alumna.

¡Me encanta el Instituto Petrarca! Llevo varios años asistiendo a diferentes cursos de humanidades y nunca me han defraudado: historia, filosofía, arte, música…los temas son siempre tratados desde un punto de vista original y a la vez riguroso.
Su directora, Cristina Alonso, siempre está disponible para aconsejarte sobre las nuevas clases que se imparten y organiza unos viajes culturales que añaden al Instituto un encanto único.

 

Beatriz Góngora. Licenciada en Historia del arte

Llevo ya cinco años en Petrarca. La prejubilación se tornó definitivamente en positiva cuando llené mi agenda semanal con las actividades adecuadas. Y aquí ocupa su lugar en mi vida el Instituto Petrarca.
Ubicado en un lugar idóneo, con instalaciones cómodas y gratas, y con unos empleados que a la eficiencia suman la cordialidad para con todos, tiene un programa de cursos que complace a todos sus alumnos.
Los cursos, los hay cortos o que duran el año académico completo, abarcan las distintas áreas de la Cultura y las Humanidades, cuya enseñanza parece que cada vez está siendo más demandada.
El profesorado es magnífico. Diseñan los cursos teniendo en cuenta las preferencias de los alumnos, cumplen los programas con rigor y envían la documentación por mail.
Con tanta excelencia es fácil crear un ambiente muy cordial entre los alumnos. Soy testigo de las grandes amistades que se han hecho en Petrarca. Es otro aspecto por el que estoy muy agradecido al Instituto.
Dejo para el final los viajes organizados por Petrarca. Por toda Europa, también atendiendo a los gustos de los alumnos, con una organización cuidada al detalle que comprende hoteles magníficos y bien ubicados, excursiones especiales (cruceros etc.), asistencia a óperas, conciertos de piano, etc. Y siempre con buenos guías y el acompañamiento inestimable del profesor de Historia y de la Directora del Instituto.

 

 

Jesús Sánchez-Ventura. Alumno

El Petrarca es mi Rabbit hole, mi agujero de conejo, como el que llevó a Alicia al País de las Maravillas.

 

Caí en él por azar y aquí sigo sin buscar la salida. De la mano de sus fantásticos profesores escuchamos ópera italiana del XIX o un musical de Broadway, jazz o folklore. Después de cada clase, conferencia o excursión siempre hay un libro nuevo que leer, una película que ver, música que escuchar, un mapa que consultar… Un tema lleva al siguiente como un auténtico agujero de conejo.

 

El Petrarca sacia y a la vez estimula la curiosidad sobre muy diversos temas: historia, arte, religión, política, medicina. Nos lleva a increíbles viajes y museos con los mejores guías y en buena compañía.

 

Y como a Alicia en el País de las Maravillas, ¡nos pueden cortar la cabeza si no silenciamos el teléfono en clase!

 

Luisa Garzón. Alumna

Mi experiencia en Petrarca me está haciendo disfrutar mucho. Sus clases de psicología, filosofía, historia, geopolítica y actualidad general son magníficas.

 

Es un verdadero lujo no sólo en el aporte de conocimientos de extraordinarios profesores, sino también para ayudarte a entender y entenderte como ser humano, qué somos y de dónde venimos.  Aporta habilidades como la autocrítica, tolerancia, compromiso que nos capacita para interactuar con nuestro entorno con una actitud más positiva. Y de una manera amena y a la vez profunda.

 

Tengo también que mencionar el ambiente agradable que se respira gracias a Cristina, Susana y Paula y los divertidos e interesantes viajes que organizan.

 

¡Gracias!

 

Natalia Alonso. Alumna

Para mí, el Instituto de Humanidades Francesco Petrarca es un espacio de aprendizaje en el que encuentro personas que tienen mi misma curiosidad por la cultura y el conocimiento. Es un espacio tranquilo, ajeno al ruido bombardeante e innecesario de la sociedad actual.

 

Para mí, el Instituto de Humanidades Francesco Petrarca tiene una organización profesional y sus cursos están bien estructurados técnicamente y con un catálogo extenso. Encuentro que sus profesores de Historia, que son los que yo conozco, tienen competencias para la instrucción y, además: ¡sus clases son muy entretenidas!

 

Disfruto enormemente de las clases a las que asisto. (Y me dan pie para seguir leyendo y estudiando).

 

Ana D’Cotta. Alumna

Mi experiencia en el Instituto Petrarca ha sido gratificante desde el principio.

Creo que la oferta de materias impartidas es excelente, para personas que terminan su vida profesional y tienen inquietudes y deseos de relacionarse con gente estupenda e intereses compartidos.

Yo he asistido a clase con tres distintos profesores y quiero destacar la empatía, claridad y profesionalidad de los tres.

 

Isabel Vega. Alumna

Para mi Petrarca es más que un espacio de sabiduría. Es referente del saber y la libertad.

Se podría mejorar la documentación y flexibilizar pagos, devoluciones etc.

También considero que los cursos de religión deben abordarse con más respeto y, si pudiera ser, con un profesor creyente.

Sugiero una tarifa plana para estudiantes de más de 2 o 3 cursos.

Me interesan mucho los artículos de opinión que enviáis y las conferencias que organizáis.

Agradezco al equipo de dirección y la plantilla de profesores tanto esfuerzo y dedicación.

Un saludo lleno de admiración.

 

Rocío Huete. Alumna

Llevo dos años en el Instituto de Humanidades Petrarca y en los cursos de Bruno Pujol
No tengo palabras para trasmitir la  maravillosa experiencia que me supone asistir a sus clases.
Es un grandísimo comunicador; hace las clases tan interesantes, amenas , didácticas y sobre todo es asombroso su conocimiento.
Podría estar horas escuchándole.

 

Eloisa Góngora. Alumna

Quiero comparar mi experiencia en el Instituto Petrarca con mi caminar a través de la vida en dos elementos que nos vienen impuestos como son, la familia y la educación. Ninguno de los dos los elegimos y es en nuestra madurez cuando escogemos nuestra trayectoria. Para mi esta experiencia basada en estas reflexiones ha sido muy satisfactoria en primer lugar por la elección en libertad y en segundo lugar y no menos importante por la calidad de la enseñanza a través del entusiasmo y alto conocimiento sobre la materia del profesor Bruno Pujol

 

Juan José Brenes. Alumno

No es fácil escribir unas líneas sobre Petrarca sin caer en el empalago, pero voy a intentarlo.

Lo descubrí gracias a mi mujer, quien a su vez lo conoció a través de otro alumno. Siempre me trasmitía alabanzas, que se incrementaron cuando fue, ella sola, a un viaje al sur de Italia. A mí me despertó la curiosidad y tanto ponderó esta experiencia que ambos nos apuntamos al siguiente viaje. Ni más ni menos que Israel.

Este viaje me sirvió para dos cosas, confirmar los elogios que me había hecho llegar y constatar que la historia comienza antes del 1 de septiembre de 1939. Mucho antes, incluso.

Pues ahora estoy enganchado. Gracias al cuerpo de profesores de los que he recibido clase he descubierto que existió la cultura sumeria, egipcia, asiria, persa o que la expedición de Colón a América fue el origen de una obra colosal de la Monarquía Hispánica.

Cuando ya has vivido más de lo que te queda por vivir y las actividades profesionales dejan paso a que cada uno manejemos con libertad nuestra agenda, Petrarca me ha cubierto un hueco fundamental.

Hace poco, en el tradicional brindis que precede a las comidas de Petrarca en los viajes, en este caso en Beirut, una inteligente y graciosísima alumna declaraba “estar abducida por Petrarca”. No sé si llego a este nivel, pero casi.

 

Enrique García Ramos. Alumno

Llevo yendo a Petrarca tres años y la verdad es que estoy encantada. Los cursos son la mayoría trimestrales así que a lo largo del año puedes hacer varios y de muy variados temas. A mi personalmente me encantan los de historia pero este año he hecho uno de música que me ha entusiasmado.

También organizan viajes estupendos. Este año he ido a dos, a Jordania y a Jerusalén. Este último ha sido interesantísimo entre otras cosas porque había hecho un curso el año pasado sobre judaísmo con lo cual lo aproveché doblemente .
Aparte de las amigas que se han apuntado conmigo he conocido a otras muchas. Todas encantadoras y estupendas compañeras de viaje.

A veces organizan conferencias con ponentes de primera; me encantaron las de geopolítica de Florentino Portero .
En fin, ¡un lugar para aprender disfrutando!
Gracias a todos los profes que lo hacéis posible.

 

Cecila Mérida. Alumna

El viaje que he realizado con Petrarca , y los que espero realizar en el futuro, lo encajo en mis viajes culturales.
Independiente del destino, Petra fue maravilloso, mi impresión del viaje es inmejorable:
Organización y participantes, un 10+
Además es una buena oportunidad de conocer a alumnos de los cursos.

 

José Luis Várez. Alumno

La formación que he recibido en Petrarca ha sido excelente para mí y para mi empresa. El análisis que se ha hecho de la situación mundial, teniendo en cuenta la historia, las biografías de los grandes líderes actuales, la cuestión económica y energética y la historia comparada con otros países ha resultado fascinante. Ahora veo el mundo de otra manera y tengo una formación mucho más transversal de los temas de la actualidad.

 

Patricio González. Alumno

Para mi Petrarca es un centro donde puedo satisfacer los deseos que he tenido siempre de aprender y al mismo tiempo conocer personas con las mismas inquietudes, que también es enriquecedor.

 

Erlinda Bóveda. Alumna.

Muy satisfecho con mi experiencia todos estos años con las actividades del Instituto Petrarca.

Los numerosos cursos de humanidades a los cuales he asistido, han estado muy bien diseñados e impartidos por un excelente panel de profesores, contenidos profundos pero divulgativos, adaptados a la audiencia.

Los destinos de los viajes relacionados con la cultura y la historia, magníficamente elegidos y liderados por el profesor Bruno Pujol.

 

José Luis Manzanares Blanch. Alumno

Cuando franqueé por primera vez el umbral del lnstituto Petrarca, hace algunos años, siguiendo la recomendación de varios buenos y cultos amigos, no sabía muy bien qué me iba a encontrar. De suerte que, con la imaginable expectación, me introduje en su sede. Y lo que allí encontré me pareció bueno, diría que muy bueno. De un lado, un claustro de profesores, altamente cualificados, deseosos de enseñar y de otro, un conjunto de alumnos ansiosos por sumergirse en el mundo de las humanidades. Con esos ingredientes la receta no puede fallar.
Me gustó el ambiente relajado que se respira y lo fácil que resulta trabar relación con gente interesante. Añádase a todo esto los viajes culturales que promueve el lnstituto con bastante frecuencia. De hecho, acabo de regresar del último de ellos a Sicilia, que ha resultado muy interesante. Creo que acerté cuando encaminé mis pasos a Petrarca

 

Pedro Cardelús. Alumno

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