LOS GRANDES DESCUBRIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS

 “Al principio no pude ver nada ya que el aire caliente que salía de la cámara hacía titilar la llama de la vela, pero luego, cuando mis ojos se acostumbraron a la luz, los detalles del interior de la habitación emergieron lentamente de las tinieblas: animales extraños, estatuas y oro, por todas partes el brillo del oro. Por un momento, que debió parecer eterno a los otros que estaban esperando, quedé aturdido por la sorpresa y cuando Lord Carnarvon, incapaz de soportar la incertidumbre por más tiempo, preguntó ansiosamente: “¿Puede ver algo?”, todo lo que pude hacer fue decir: “Sí, cosas maravillosas”.

(Howard Carter)

Pocas cosas pueden compararse a la emoción que debió de sentir Howard Carter en el momento de ver por primera vez los tesoros que guardaba la tumba de Tutankhamón. Estaba por primera vez ante objetos que llevaban varios milenos sin ser contemplados por un ojo humano. Era el descubridor de un gran tesoro, y también de una antiquísima historia olvidada.

Normalmente, la Arqueología es una ciencia bastante más árida y menos emocionante que esto, pero en este curso nos ocuparemos de esos extraños y fascinantes momentos en los que la Arqueología, gracias a una mezcla de ciencia, perseverancia, espíritu aventurero y suerte, nos ha regalado a todos los humanos un gran tesoro.

Cinco arqueólogos, cinco lugares olvidados, cinco momentos diferentes, y cinco tesoros fundamentales para entender mejor nuestro pasado, y también para comprender mejor la naturaleza humana.

Programa:

Sesión 1. Troya 1873

Entre 1871 y 1873, un excéntrico millonario alemán, Heinrich Schliemann, obsesionado desde niño con el mito de la Guerra de Troya, llegó a Turquía dispuesto a buscar la mítica ciudad perdida. Era un simple aficionado, y para buscar el emplazamiento de las ruinas se basó únicamente en la narración de la Ilíada de Homero y en su propia intuición. Increíblemente, su esfuerzo tuvo recompensa, y halló las ruinas de una ciudad que había sido enormemente poderosa durante muchos siglos. Gracias a Schliemann, los personajes de la Guerra de Troya, Aquiles, Héctor, Ulises y la bella Helena volvieron a la vida.

Sesión 2. Las islas del minotauro 1900

En 1900, Arthur Evans comenzó a excavar en una colina de la isla de Creta y descubrió el palacio de Cnossos, una gigantesca construcción de varios pisos perteneciente a una cultura desconocida hasta aquel momento. La estructura laberíntica del complejo de Cnossos le hizo recordar el mito del rey Minos y su hijo el Minotauro, por lo que decidió llamar minoica a esta nueva cultura.

Sesión 3. La tumba de Tutankhamón 1922

Tras varios años excavando en Egipto, y cuando se creía que el Valle de los Reyes ya había revelado todos sus secretos, el británico Howard Carter descubrió una tumba casi intacta perteneciente a un rey de la Dinastía XVIII, Tutankhamón. Además del impresionante ajuar funerario, esta tumba ha abierto una nueva ventana de luz para comprender uno de los períodos más fascinantes de la historia egipcia: el reinado del “rey hereje” Amenofis IV-Akhenatón.

Sesión 4. Las tumbas reales de Ur 1922

Con todo el mundo fascinado por el descubrimiento de Carter en Egipto, pocos fueron los que, en su momento, y aún hoy, prestaron atención a lo que Leonard Woolley estaba sacando a la luz en la ciudad mesopotámica de Ur: un gigantesco cementerio con más de 1850 enterramiento, pero en especial 16 de ellos de grandes dimensiones y todo tipo de objetos de lujo que Woolley denominó tumbas reales. Pero las tumbas albergaban también un terrible secreto…

Sesión 5. Afrasiab, la primera fotografía de la ruta de la seda 1965

En 1965, durante la construcción de una carretera en medio del montículo de Afrasiab, el antiguo emplazamiento de la Samarcanda pre-mongola, aparecieron los restos del palacio de Varhumán, rey de Sogdiana entre los años 650 y 670 de nuestra era. Los restos confirmaron la suposición de que Afrasiab-Samarcanda había sido desde tiempos muy antiguos un importante centro cultural y comercial de Asia Central, y punto de paso obligado de la ruta de la Seda que comunicaba China con el oriente mediterráneo.

Profesor: Javier Alonso

Formato: curso de diez horas en cinco sesiones de dos horas.

Fechas: 3,10,17,24 y 31 de octubre.

Horario: jueves de 11.00 a 13.00 h.

Precio: 280 €